Un correcto diagnóstico y tratamiento de la enfermedad periodontal permite detener su evolución. Sin embargo, las bacterias que la causan tienden a reinfectar sus encías. Por ello, una vez finalizado el tratamiento, es muy importante que siga un programa de mantenimiento con la frecuencia recomendada y que realice una adecuada higiene oral.
Los implantes, al igual que los dientes, pueden sufrir infecciones en la encía que los rodea. Estas pueden cursar sólo con inflamación (mucositis), o producirse también pérdidas óseas (periimplantitis). La mejor manera de evitar su aparición es la prevención. Una correcta higiene y controles periódicos permitirán que sus implantes le acompañen muchos años.
Una boca sana repercute en la salud de su cuerpo. Hay indicios de asociación entre la enfermedad periodontal y el resto del organismo, pudiendo relacionarse ésta con descompensaciones en el control de la glucemia en pacientes diabéticos, con una mayor incidencia de patología cardiovascular, con partos prematuros e incluso con un menor rendimiento deportivo.