No es habitual, pero uno de cada 3.000 bebés nacen con dientes natales, por lo que a veces la primera cita con el dentista se adelanta a los primeros días de vida. Al no tener la estructura radicular de un diente, los dientes natales suelen moverse porque no están bien fijados a la encía.
Solo el odontólogo ha de valorar si los dientes son tan débiles como para sacarlos y no exponer al bebe al peligro de ingestión accidental, o, por el contrario, dejarlos y que sigan su desarrollo normal. Nacer con los dientes puede ser un síntoma de ciertas condiciones médicas, pero por lo general es inofensivo. Se dice que algunos personajes famosos que nacieron con dientes fueron Napoleón, Julio César o el Cardenal Richelieu.
No todo el mundo pierde los dientes de leche
Normalmente, un niño tiene a los tres años en su boca un juego completo de 20 dientes temporales, más comúnmente conocidos como ‘dientes de leche’. Los dientes permanentes se sitúan debajo de los temporales, y empujarán queriendo salir, aflojando los temporales hasta que finalmente se caen y dejan paso a los definitivos. Los niños suelen comenzar a perder los dientes de leche alrededor de los 5 o 6 años y terminan en la adolescencia con los dientes definitivos. Pero si en algún caso no existen dientes permanentes bajo la encía, los dientes de leche permanecerán en el sitio muchos años más.