A pesar de los avances de la Odontología en los últimos años, sigue habiendo un importante número de personas que retrasan o evitan la visita al dentista por la ansiedad, el miedo o incluso la fobia que les genera.
Si ese es tu caso, o tienes algún familiar que sufra este problema, aquí tienes unas claves que pueden ayudar a superarlo:
- La inversión en prevención es la manera más sencilla y económica de mantener tu salud con las mínimas molestias. Un pequeño esfuerzo ahora puede evitar tratamientos más largos y costosos.
- El control del dolor es la principal prioridad del dentista. Cualquier cosa que pueda molestar se realiza bajo anestesia local, y no debes sentir dolor.
- El dentista puede informarte sobre técnicas o fármacos que pueden ayudarte a controlar tu ansiedad.
- Algunos tratamientos pueden realizarse con la ayuda de sedación ligera o sedación consciente. El óxido nitroso es un gas muy seguro que permite relajar al paciente y facilita que los tratamientos se lleven a cabo de forma más cómoda para el paciente.